Últimas dos funciones: domingo 28 de agosto en Palacio de Bellas Artes
Lourdes Ambriz (soprano), Verónica Alexanderson (mezzosoprano) y César Piña (director de escena), formaron en 2003 parte del equipo que llevó al escenario del Palacio de Bellas Artes la producción de El oro del Rhin, de la célebre tetralogía de Richard Wagner, con la Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes.
En la primera de las cuatro óperas que integran el ciclo, ambas cantantes dieron vida a las hijas del río Rhin en una escena que fue ejecutada íntegramente cantando y volando a una altura de más de trece metros.
Esta experiencia terminó con el mito ancestral de que el cantante de ópera no puede cantar si no se encuentra rígidamente parado y generó la posibilidad de experimentar nuevas posibilidades para el arte lírico.
Como resultado del constante interés por innovar y llevar el canto a nuevos públicos deseosos de experiencias cada vez más enriquecedoras, surgió el espectáculo OperAérea, que continúa este fin de semana en el Palacio de Bellas Artes con dos últimas funciones el domingo 28 de agosto, a las 12:15 y 13:45 horas, en una producción del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Se trata de un divertimento operístico-acrobático en cinco partes, que introduce a los niños y a toda la familia en el mundo musical de la ópera, con una selección de los más famosos duetos y arias para soprano y mezzosoprano, interpretados coreográficamente en el aire por Lourdes Ambriz y Verónica Alexanderson, acompañadas de bailarines acróbatas que, en piso, arneses y telas, ofrecen una experiencia visual que exalta la femineidad, la plasticidad y la belleza del arte lírico.
El programa incluye fragmentos de obras como Bachianas Brasileiras, de Heitor Villa-Lobos; Sueño de una noche de verano, de Mendelssohn; Peer Gynt, de Grieg; El caballero de la rosa, de Strauss; Rusalka, de Dvorák; Los cuentos de Hoffmann, de Offenbach, y Madama Butterfly, de Puccini, entre otras que suman un total de 18 números musicales.
En opinión de César Piña, director de la puesta, quien estudió arquitectura en la Universidad de Guanajuato, actuación con Ludwik Margules y Eugenio Barba, y dirección escénica con Juan Ibáñez, OperAérea es un montaje que rompe con muchos parámetros de la ópera y al mismo tiempo refuerza la idea de un espectáculo sin límites.
La idea, puntualiza César Piña, es que el público perciba a la ópera como algo divertido, imaginativo, de gran belleza metafórica, con escenas dramáticas y dinámicas, según lo vaya marcando la música.
OperAérea se presenta en el Palacio de Bellas Artes en dos últimas funciones el próximo domingo 28 de agosto, a las 12:15 y 13:45 horas, en una producción del Instituto Nacional de Bellas Artes.
FUENTE INBA