· En el Concierto VII de la Temporada 2012; Horacio Puchet, solista invitado.
· Interpretará obras de Giuseppe Verdi, Beatriz Lockhart y Serguei Prokófiev.
· Viernes 16 y domingo 18 de marzo, en el Palacio de Bellas Artes.
Bajo la dirección del maestro huésped español Guillermo García Calvo y la participación solista del flautista uruguayo Horacio Puchet, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) presentará el Concierto VII de su Temporada 2012 el viernes 16 de marzo a las 20:00 y el domingo 18 a las 12:15 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
La obertura de la ópera Las vísperas sicilianas, de Giuseppe Verdi (1813-1901); el Concertino para flauta y orquesta Masia muju, de Beatriz Lockhart (1944) y la Sinfonía Núm. 5 en Si Bemol Mayor, Op. 100, de Sergei Prokófiev (1891-1953), son las obras que integran el programa.
Se iniciará con la obertura de Las vísperas sicilianas, escrita por Verdi para la Ópera de París, donde fue estrenada el 13 de junio de 1855. A pesar de que ni el compositor estaba muy satisfecho con esta obra ni el público francés estaba satisfecho con Verdi, resultó ser suficientemente exitosa como para que los promotores franceses ofrecieran al autor italiano un buen puñado de francos para quedarse en París, sin embargo Verdi, el más italiano de los italianos, no quiso saber nada del asunto.
Las vísperas sicilianas –comenta el musicólogo Juan Arturo Brennan– es una de tantas óperas en la historia en las que un asunto de corte épico-patriótico se entrelaza (con mayor o menor éxito en el plano dramático) con un asunto de aliento romántico. Dicho de otra manera: las pasiones individuales en el marco de los grandes temas sociales y/o nacionales. En este caso, el Gran Tema Nacional es la ocupación de Sicilia por los franceses, allá por el siglo XIII.
El programa continuará con el Concertino para flauta y orquesta Masia muju, de Beatriz Lockhart. Sobre esta obra la propia compositora comenta: “Masia muju es el nombre de una flauta perteneciente a una etnia indígena de Venezuela. La obra está construida con base en breves motivos melódicos, también pertenecientes a varias etnias de ese mismo país, en el cual residí durante dieciséis años.
”Pese al origen primitivo del material de base, se emplean novedosos efectos en el instrumento solista, típicos de la intensa búsqueda de carácter tímbrico en la música del siglo XX”, agrega la compositora, quien tuvo entre sus tutores al que probablemente ha sido el compositor uruguayo más destacado, Héctor Tosar (1923-2002).
Para concluir este programa, la OSN ofrecerá la Sinfonía Núm. 5 en Si Bemol Mayor Op. 100, de Sergei Prokófiev, sobre la cual el compositor ruso escribió: “Considero mi Quinta sinfonía como la culminación de un largo período de mi vida creativa. La concebí como una sinfonía sobre la grandeza del espíritu humano. Además, esta obra es de particular importancia para mí, porque marcó mi regreso a la forma sinfónica después de un largo intervalo”.
El hecho de que hayan pasado casi quince años entre la Cuarta sinfonía y la Quinta –señala Juan Arturo Brennan- no implica que hayan sido años improductivos para el compositor. Por el contrario, en ese período surgieron algunas obras de importancia que, ciertamente, habría de influir en la escritura de la Quinta sinfonía, considerada por muchos críticos como la mejor de las obras sinfónicas de Prokófiev.
Entre las obras compuestas por Prokófiev en ese largo intervalo pueden mencionarse su partitura para el filme El teniente Kijé, Pedro y el lobo, los conciertos para piano números 4 y 5, el Concierto para violoncello, el ballet Romeo y Julieta y la ópera La guerra y la paz.
Especial mención merece en este período la cantata Alexander Nevski, construida por el compositor a partir de la música escrita para el filme homónimo de Sergei Eisenstein, y que es sin duda una de sus mejores partituras. Así, la Quinta sinfonía representó para Prokófiev no sólo la vuelta a la forma sinfónica sino también, de alguna manera, la vuelta a su patria.
Posteriormente, la OSN ofrecerá su Concierto Familiar Núm. 1 de su Temporada 2012 en el Palacio de Bellas Artes, el domingo 25 de marzo a las 12:15 y 13:45 horas, con la participación de Luis Samuel Saloma como director huésped y la interpretación de las obras La tortuga y la liebre, de Leroy Anderson y Pedro y el lobo, de Sergei Prokófiev.
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