Inicia el CEPRODAC actividades para la creación y la investigación en la Danza Contemporánea

En el Teatro de la Danza y el Teatro Esperanza Iris del 2 al 13 de diciembre
Una coproducción Uruguay-México, gracias al CONACULTA, INBA.

El Instituto Nacional de Bellas Artes comenzará una temporada de estrenos que contará con la participación de destacados coreógrafos mexicanos como: Marco Antonio Silva, Adriana Castaños y Rolando Beattie, y la uruguaya, Tamara Cubas, el Centro de Producción de Danza Contemporánea (CEPRODAC), bajo el titulo Tres=seis Frecuencias Abiertas, Voces, Rostros y Recorridos.

Dicho ciclo integra dos programas: El Primero serán las funciones que ofrecerán los tres coreógrafos mexicanos en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, los días 2, 3, 4, 8, 9, 10 y 11 de diciembre, jueves y viernes a las 20:00 horas, sábado a las 19:00 y domingo a las 18:00 horas.

Por otro lado, el 13 de diciembre, en el Teatro Esperanza Iris, se presentará la obra Multitud de la coreógrafa Tamara Cubas, una de las figuras claves en la escena hispanoamericana contemporánea.

Raúl Parrao, director del CEPRODAC, explicó que se trata de un centro de creación de y para la comunidad de danza. “El INBA ha apoyado este proyecto para provocar y apoyar al creador en sus ideas respetando cualquier tendencia y estilo. Ahora se presentarán tres coreógrafos mexicanos que han generado estilos e influencias aparte de la experiencia y ser parte angular de este proyecto”.

Indicó que la selección de los coreógrafos participantes se hizo al considerar la trayectoria, estilos y la diversidad en las generaciones de la danza de los ochentas hasta las nuevas propuestas, “y las obras se estrenan en el Teatro de la Danza porque es el lugar idóneo, un espacio mítico donde han pasado todas las generaciones”.

El coreógrafo Marco Antonio Silva ofrecerá la obra Aquello que en el alma hace silencio, en el que se interioriza en las debilidades y fortalezas del ser humano. “Es una obra que presenta un proceso no lineal y donde hubo muchas maneras de acercarnos a este trabajo que no hubiera sido posible sin la producción activa de los bailarines”, señaló Silva.

Por su parte, Adriana Castaños ha preparado la pieza El escote, un diálogo a distancia entre los bailarines de su compañía La lagrima y la compañía del CEPRODAC. “Es una obra que fue hecha por los bailarines que son una raza aparte y tienen sus particularidades. Las relaciones que surgieron de la interacción de movimientos muestra una obra sobre ellos y las acciones que se pueden generar en el escenario”.

Para Rolando Beattie la parte valiosa del CEPRODAC es el equipo humano. “Yo me siento muy afortunado de haber sido invitado a participar en este centro que impulsa el ejercicio mismo de la investigación, la reflexión y la creación, y creo que es muy acertado que el equipo tenga como misión construir lo humano y no solo el oficio”.

Sobre su obra Retrato explicó que requirió de un proceso bastante audaz para crear una pieza compleja donde trató de desentrañar su propia visión del mundo, “y además de mi directriz conté con una participación bastante dedicada y acertada por parte de lo bailarines. Es una pieza que desde su metodología tiene la intención de construirse en las ideologías y cuerpos de los interpretes”.

Al respecto, la coreógrafa Tamara Cubas dijo que se trata de una obra que indaga en el concepto de Multitud como forma de vida contemporánea, donde hay estructuras y unidades de acción con patrones de movimiento universales, además de diálogo y pensamiento entendiendo el arte como un lugar para la reflexión.

Celebró la creación del CEPRODAC ya que en Latinoamérica no existe un proyecto que apunte hacia la investigación y la experimentación. “Asumir los riesgos que esto significa es apostar hacia la reflexión, y como centro de producción significa que alberga la diversidad porque el público podrá relacionarse con las distintas formas de abarcar el hecho escénico a través de la danza”.

FUENTE Y FOTOGRAFIAS INBA.

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