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En la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo.
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Constituido por 120 imágenes fotográficas, de cinco décadas de trabajo.
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) presentó el catálogo Una orquídea tatuada y la danza en las manos. Rosa Rolanda (1898-1970), el pasado fin de semana, en la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, constituido por 120 imágenes fotográficas, que abarcan cinco décadas de trabajo.
El acto contó con la presencia del crítico Juan Rafael Coronel Rivera, Monserrat Sánchez, directora del recinto, y Laurence Le Bouhellec Guyomar. El volumen incluye los textos: Yo me llamo como quiero, de Juan Coronel Rivera; La belleza en singular, de Alberto Dallal y Rosa Covarrubias, artista por placer, de Adriana Williams. Cabe mencionar que la muestra se llevó a cabo el año pasado con el mismo nombre, entre esta sede y en la Casa Luis Barragán.
Sobre la selección curatorial, Coronel Rivera expresó que se llevó a cabo una selección temática en la cual se siguió el orden en que Rosa tomaba las imágenes, ella comienza con la parte de Bali y se conecta con la parte que toma en Tehuantepec, posteriormente hubo una sección de paisaje, de fotografía indigenista y al final una de retrato.
Asimismo, aclaró que “una cuestión muy interesante durante el proceso de revisión de archivos, que fueron 3 en México y 2 en Estados Unidos, nos dimos cuenta que Rosa era una persona meticulosa para realizar su trabajo, y tenía muy claro que es lo que quería presentar.
“Si bien toma alrededor de unas 20 mil o 25 mil imágenes, nunca las imprime. Todo el material se encontraba inédito, y estamos hablando de material realmente extraordinario. En su vida se habrán publicado alrededor de unas 300 imágenes.
“Todo el material estaba ahí, lo único que faltaba hacer era el recorrido, y eso fue lo que hice, me puse los zapatos de Rosa, con la intención hacer notar lo que Rosa estaba tratando de enseñarnos: un mundo idílico –porque sí tiene una aproximación de los artistas exploradores, con un ojo muy asombrado hacia las culturas-, le interesaba especialmente el ser humano, y eso se ve muy claro”, expresó el curador Rivera.
Por su parte, Laurence Le Bouhellec Guyomar habló acerca de la importancia de recuperar las aportaciones que han hecho las mujeres en el campo del arte; en este sentido recordó a Rosa Rolanda como una excepcional bailarina coreógrafa y pintora.
“Todo el esfuerzo curatorial que se hizo para la exposición, han permitido la visibilidad de otras formas de arte que no tienen que ser del exclusivo conocimiento de algunos especialistas o curiosos ilustrados”, afirmó Laurence.
© INBA