CANTANDO EL TRIUNFO DE LAS COSAS TERRESTRES, DE EFRAÍN BARTOLOMÉ

“Intento de nombrar la luz […] Todo para que nuestro hermano y semejante vea”.

Uno de los mejores libros de Efraín Bartolomé: Juan Domingo Argüelles.

Domingo 10 de junio a las 12:00 horas, Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita a la presentación de Cantando el triunfo de las cosas terrestres, de Efraín Bartolomé, en la que participarán Homero Aridjis, Juan Domingo Argüelles, Héctor Cortés Mandujano, Alejandro Figueroa, Ignacio March y el autor. La cita es el domingo 10 de junio a las 12:00 horas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.

Cantando el triunfo de las cosas terrestres es un libro doble: en el anverso se publica la poesía y, por el reverso, la prosa. El poeta lo escribe luego de visitar la casi inaccesible reserva de la biósfera El Triunfo, en las alturas de la Sierra Madre de Chiapas.

En opinión de Juan Domingo Argüelles, en este nuevo libro de Efraín Bartolomé, el poeta regresa a sus orígenes: a la selva chiapaneca, a su entorno natural y a su poesía celebratoria del paraíso. Pero, además, tiene un elemento añadido: es una obra militante en defensa de la naturaleza y de advertencia de lo que los seres humanos hacen, en nombre del «progreso», con los recursos agotables (bosques, selva, ríos, fauna, etcétera).

Como es una obra resultado del viaje del autor a la reserva natural mencionada, no sólo canta y celebra, sino también denuncia: “Estamos acabando con la maravilla, con el paraíso terrenal, a cambio de nada: el oro se convierte en cobre, el verdor en gris concreto, el universo deleitoso donde habitan especies vegetales y animales únicas está en riesgo de perecer. Y, por ello, el poeta eleva el canto pero también la advertencia”, puntualizó Juan Domingo Argüelles, al ser entrevistado.

Manifestó Domingo Argüelles, poeta y ensayista, que el nuevo libro de Efraín Bartolomé se inscribe en el desarrollo de una estética propia ya conocida, sobre todo a partir de Ojo de jaguar, Música solar, Corazón del monte yFogata con tres piedras, además de sus otros libros en cuyas páginas también reaparece la preocupación por el entorno natural amenazado. “Yo diría que, incluso, éste es un libro ecológico en el más amplio sentido; es un arte poética en defensa del mundo.”

En cuanto al lenguaje, se puede decir que éste es uno de los mejores libros de Efraín Bartolomé: pleno en su madurez expresiva, lleno de música, ritmo y esencia verbal. La maestría con que maneja lo mismo el verso libre que el verso medido y rimado es la misma, también, con la que acomete la prosa narrativa poética, la lírica que es a la vez crónica de viaje y exploración maravillada de lo ignoto, comentó el avezado lector Juan Domingo Argüelles y finalizó diciendo:

“Si tuviera que decirlo en pocas palabras: Cantando el triunfo de las cosas terrestres es, para mí, uno de los tres mejores libros de Efraín Bartolomé: sin demeritar los demás, los otros dos son: Ojo de jaguar y Música lunar.”

Efraín Bartolomé (Ocosingo, Chiapas, 15 de diciembre de 1950). Poeta. Estudió psicología en la UNAM. Ha coordinado talleres de poesía para la UNAM, el INBA y el Conaculta. Su obra ha sido traducida a cinco idiomas. Traductor de William Blake, Robert Graves, Robert Bly, Rumi, Filodemo, Marco Argentario y Antípatro de Tesalónica (a partir de versiones en inglés). Colaborador de Cuadernos Hispanoamericanos, La Jornada Semanal, Periódico de Poesía, Plural, Revista Universidad de México, Sábado, Siempre!, Utopía, Viceversa y Vuelta, entre muchas otras revistas. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Ha recibido, entre otros, los siguientes premios: Ciudad de México 1982; Nacional de Poesía Aguascalientes 1984 por Música solar; Nacional de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 1992; Nacional de Poesía Gilberto Owen 1993 por Corazón del monte; y el Internacional de Poesía Jaime Sabines 1996 por Partes un verso a la mitad y sangra. Asimismo ha sido reconocido con las siguientes distinciones: Premio Nacional al Mérito Forestal y de la Vida Silvestre 1994; Premio Chiapas de Arte 1998; y Premio Internacional Latino Arts 2001, otorgado por la Mexican Heritage Corporation, entre otras.

Entre otros títulos más de poesía, ha publicado: Ojo de jaguar (1982, 1990, 1999), Ciudad bajo el relámpago (1983), Música solar (1984), Cuadernos contra el ángel (1987), Agua lustral (poesía 1982–1987) (1991), Mínima animalia (1991), Música lunar (1991), Cantos para la joven concubina y otros poemas dispersos (1991), Corazón del monte (1995), Avellanas (1997), Partes un verso a la mitad y sangra (1997), Oficio: Arder: Obra poética 1982-1997 (1999), Anima mundi (1999 y 2003), Oficio: arder (obra poética 1982–1997) (1999), Fogata con tres piedras (2006), El ser que somos (antología poética) (2006), Cantando el triunfo de las cosas terrestres (2011). También publicó la crónica Ocosingo, diario de guerra y otras voces (1995).

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