La escenografía es un arte efímero, dependiente, colectivo y cinético: Alejandro Luna.
Del 5 de septiembre al 4 de noviembre, la arquitectura del espacio teatral en Bellas Artes.
El pasado miércoles 5 de septiembre se inauguró la muestra Alejandro Luna. Cinco décadas de teatro, exhibición que integra una selección de diseños para teatro que el destacado arquitecto y escenógrafo mexicano ha desarrollado a lo largo de cincuenta años de actividad creativa.
La ceremonia la encabezaron la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio Álvarez; la directora de Arquitectura, Dolores Martínez Orralde, y los arquitectos Louise Noelle y Alejandro Luna.
La exhibición concentra más de cuarenta obras expuestas en bocetos, fotografías y un video. En la selección se encuentra Inana, un proyecto que llevará a cabo en noviembre de este año, lo mismo que Hombres subterráneos 1983, De la vida de las marionetas 1983, Don Juan Tenorio 2003, Odomeneo, rey de Creta 1998, Wozzeck 2000, El holandés errante 1994, Roberto Zucco 1995, The Rake`s Progress 1985, Ana Karenina 1978, Severa Vigilancia 1970, entre otras.
Alejandro Luna expresó que son cinco décadas de trabajo donde se eligió lo más representativo de cada década, lo que tuviera mayor información y estuviera mejor presentado para que se poderse ver.
“Mi trabajo es la escenografía y es la forma en la que he participado en el teatro, en realidad es una manera de mostrar teatro, la dirección, los actores, el vestuario, es la única manera de ver el teatro que ya pasó, porque el teatro es efímero, se baja el telón y se acaba, esto es de los pocos testimonios que quedan”, compartió el expositor.
Desde hace muchos años –dijo– probablemente desde los griegos, la arquitectura y la escenografía están fundidas, el teatro representaba obras con un significado dramático, con el tiempo el teatro se convirtió en receptáculo de las puestas en escena, por tanto en la escenografía y siempre ha habido comunicación, intersecciones valiosas entre las artes plásticas, la arquitectura y la escenografía, a veces el teatro se anticipaba al descubrimiento de las perspectivas por ejemplo.” dijo Luna de la relación de la arquitectura y su disciplina.
Señaló que “veo mi trabajo como una sola cosa que reacciona a diferentes sin sentidos y eso no tiene que ver solo con el tiempo, también cuentan las personas con la que trabajamos, qué obra, qué tema, el público, etc. Son reacciones diferentes a diferentes estímulos dentro de la misma línea que es vivir para el teatro, y a eso me dedico”.
La materia de la escenografía como la de la arquitectura es el espacio, su organización. La arquitectura organiza el espacio para la vida; la escenografía para una puesta en escena, para la representación, acotó Luna.
La directora de Arquitectura del INBA, Dolores Martínez Orralde, presentó la muestra donde expuso: “La arquitectura del espacio teatral, la vocación, el talento y la destreza nos invitan en esta ocasión, acompañados de la luz que refleja la mirada del arquitecto Alejandro Luna, para incursionar en una concepción espacial efímera, misteriosa y sorpresiva que ofrece una puesta en escena”.
“El vínculo que reconoce Luna entre el teatro y la arquitectura, le otorgan la posibilidad de crear atmósferas novedosas en el terreno de la arquitectura escénica de creatividad ilimitada en complemento de la vibración que provoca en cada escena, además de sumar sus méritos su valiosa aportación como asesor en la construcción de teatros apoyado en las innovaciones tecnológicas y el diseño de iluminación, con resultados que ahora podemos apreciar ejemplificados en el material que ahora disfrutamos en la muestra”.
La secretaria de la Academia de Artes, Louise Noelle, fue quien promovió desde hace tiempo este proyecto con la intención de reconocer este maravilloso legado que contribuye a la formación de las nueva generaciones de diseñadores escénicos y arquitectos.
En su oportunidad, Noelle aseguró que Luna “utiliza su talento de arquitecto para construir los espacios del espectáculos y lograr ámbitos de singular calidad dramática de sus numerosos aciertos hablan los reconocimientos que ha recibido en México y en el extranjero entre los que destaca el Premio Nacional de las Artes”
Agregó que “una condición de magia y precisión ha gravitado sobre su obra, para lograr espacios que sublimar lo cotidiano a la vez que favorecen el desarrollo de los integrantes del espectáculo. Una particular calidad en sus creaciones radica en el manejo de la luz a la vez materia intangible y fuente de emociones”
Al final de la ceremonia, Teresa Vicencio Álvarez, inauguró la muestra no sin antes agradecer públicamente el apoyo, aportación de su talento y experiencia de Alejandro Luna al Instituto Nacional de Bellas Artes: “siempre ha estado muy pendiente de sentirnos acompañados en algunas tomas de decisiones en cuanto a la conformación de algunos recintos o montajes, dijo.